
En esta vida, hay amigos eternos.
Amigos que son de piel, y otros, que son de fierro.
Hay amigos del tiempo; de la escuela, del trabajo, amigos que se aprenden… amigos que se eligen y amigos que se adoptan.
Hay amigos del alma, del corazón, de la sangre.
Hay amigos de vidas pasadas, amigos para toda la vida.
Hay amigos que son más que amigos.
Hay amigos que son hermanos, otros que son padres, también hay amigos que son hijos.
Hay amigos que están en las buenas, otros que están en las malas y hay amigos que están siempre ahí.
Hay muchos amigos, amigos en común, amigos de la vida, de la música, amigos de verdad.
Hay amigos que están tristes, otros que están alegres, y otros que simplemente no están.
Hay amigos que se la pasan en la luna, otros en el campo, y otros en el cielo.
Todos, absolutamente todos los amigos, tienen algo en común y por algo están en nuestras vidas.
Si tuviera un millón de amigos, y le pidiera a cada uno una moneda, podría ser millonario.
Si tuviera 500 mil amigos, les pediría tomarnos de las manos, para unir al país.
Si tuviera 200 mil amigos, fundaría una ciudad donde todo mundo se salude con una sonrisa.
Si tuviera mil amigos, tendría dos mil manos para mí solo.
Si tuviera 365 amigos, pasaría cada día del año con uno de ellos.
Si tuviera cien amigos, tendría cien consejos.
Pero sabes, me conformo con tener cuatro amigos, ya que así tendría aseguradas las cuatro manos que cargarían mi ataúd el día que yo muera.
Amigos son aquellos que las buenas acuden si son llamados, y en las malas vienen solos.
Está claro que en las buenas está todo el mundo, pero, ¿Cuántos amigos consideras que estarían para ti en las malas?
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